Hoy es uno de esos días, donde me doy cuenta que soy la peor madre del mundo.
Me levanto a las 5:30 am para hacer desayuno y merienda para mi hija tener todo preparado para enviarla al colegio, también preparo mi comida para el trabajo. Me esmero en preparar sus alimentos y que no le falte nada al mismo tiempo que preparo mi almuerzo, las horas avanzan rápido en la mañana y alas 6:20 am voy y despierto a mi niña con todo el amor que entiendo que hay que despertarla, la beso, la abrazo, le doy cariño para que sienta desde temprano que es una niña amada.
Ella se despereza y sonríe, yo vuelvo a la cocina porque ya despertó y sabe lo que debe hacer así que la dejo para que se prepare como todos los días escolares.
Cuando regreso 6.40 am ella sigue durmiendo le pido con cariño que se levante que luego se nos hace tarde, me dice que tiene sueño y le digo que la entiendo pero que debe levantarse, me voy y regreso y nada aún sigue acostada ya son las 6.58 am y mi fuerza de voluntad se desmorona.
Estaba delante de una niña de 5 años casi rogando que se levante y su respuesta me quebró, ella simplemente me miro y exploto de la risa como si fuera una burla, eso realmente me dolió y me dio ganas de volarle arriba y darle 2 buenas nalgadas por no hacerme caso, pero mi respuesta fue “haz lo que tú quieras”.
Me entre a bañar y cuando salí me encontré a mi hija delante de la puerta todavía en pijama mirándome y riendo, esto fue un punto crítico, me entro un ataque de nervio, de pánico, de desesperación y caí derrotada llorando, sin fuerza, sintiéndome la peor persona y madre del universo, alguien que no es capaz de que una niña le haga caso, me desmorone y en mis llantos solo podía decir “Que no era la correcta para criarla, para educarla, para darle lo que merece”.
Mi pareja me escucho llorando, completamente devastada y acudió a mí con cariño y ternura, me tranquilizo me dio su apoyo y me dio sus palabras de aliento para llevarme a obtener paz nuevamente. Tomo la situación en mano, hablo con la niña e hizo que estuviera lista.
No soy una madre perfecta pero soy pacifica no le doy golpe, soy de las que piensa que los niños entienden hablando así que a ella siempre le hablo y sé que ella entiende y que es muy inteligente, es aplicada y educada, no suele darme tormentos ni dolores de cabeza, he dado lo mejor de mí para hacerla una niña de bien, soy consciente de que solo tiene 5 años y que tengo que ponerme a su nivel, pero hay días como el de hoy que no vale reflexión que siento que la educación que le doy no es la correcta, hay días que realmente pienso que debería ser más fuerte y tomar una correa y darle 2 fuetazos pero es que mi corazón no me lo permite, la crianza que me dieron de pequeña tampoco, no soy capaz de lastimar a una criatura, no esta en mis venas ser malvada, prefiero quitarle algo que le guste o alguna salida que le prometí a tener que usar la fuerza con un golpe.
Ahora estoy más tranquila y entiendo que seguiré siendo una madre cariñosa y atenta y que estos días donde me siento derrotada y como basura con pensamientos negativos pasajeros, se que tengo que poner de mi parte para que simplemente no vuelva a ocurrir y encontrar paz y serenidad en cada momento, es difícil porque somos adultos y no siempre podemos ponernos en el lugar del niño.
A lo mejor no soy la madre adecuada, ni la que ella merece, pero se que amo a mi hija con toda mi alma y que quiero lo mejor para ella, que muchas veces me saca de mis cabales y la pongo de castigó y la corrijo pero no soy capaz de pegarle.
Espero decir en el futuro que esto solo es una etapa y que todo va a pasar y que la vida continuara su curso, que en un mañana mi niña va a decir mami me crió correctamente.
A mi hija solo quiero decirle “Mi amor en mis brazos siempre encontraras paz y siempre podrás estar en ellos, te amo y eso nunca cambiara, no importa los tropiezos, no importa lo que suceda, soy tu mas grande admiradora y en quien puedes confiar”