Hoy en día las relaciones de pareja son más difíciles que hace un tiempo atrás.
Si pensamos un rato veremos que en la historia la mujer se ha comportado siempre de una manera diferente. Antes era la mujer del hogar que solo se ocupaba de su casa, hijos y esposo.
Ahora tienen esas responsabilidades pero también tiene la responsabilidad de aportar en la casa como si fuese hombre.
Se preguntaran porque salto de un tema a otro, mi respuesta es simple solo quiero hacer entender que no todo en la vida es como uno lo espera y sobre todo quiero compartir con ustedes el hecho que en esta sociedad las relaciones son difíciles porque con toda las responsabilidades que tiene cada una de la pareja se olvidan de estar juntos, de compartir momentos juntos y de que quieren pasar momentos agradables, que cuando decidieron unirse fue para dar lo mejor el uno del otro, pero ahora mismo en este siglo eso esta perdido ya que cada cual se ocupa de lo suyo y olvida que tiene al lado una persona que espera por el o ella.
Si miramos a nuestro alrededor veremos que las parejas están bien solo cuando las cosas funcionan y que no hay contra tiempo pero desde que una piedrecilla se pone en el camino se les olvida el cariño y el respeto y solo piensan en autoprotegerse para no salir dañado como persona pero si como pareja.
Ahora bien yo me pregunto si es que nuestros ancestros no tenían problemas ni discusiones porque a lo que hemos visto una pareja de antes duraba junta hasta llegar a viejo o hasta que la muerte los separaba, siempre haciéndoles cuentos a sus nietos y jóvenes sobre experiencias vividas. Quizás deberíamos escuchar más a nuestros ancestros para poder tener una familia duradera y poder contar la historia de nuestra vida mas tarde. Ya es hora de aprender que no todo es color de rosa, pero que podemos hacer lo que sea para transformar nuestra vida amorosa en un jardín de flore poder mirar hacia atrás y decirnos hemos caído pero ya nos hemos levantado y podemos decir que somos felices junto a la persona con quien decidimos pasar el resto de nuestra vida.